Portada del libro Ellas están donde deben estar…mujeres en la restauración

Desde los años 80 del siglo XX el centro histórico de La Habana Vieja ha presenciado una creciente contribución de las mujeres a la restauración y conservación del patrimonio. Dar vida, crear, preservar son algunas de las constantes en ese empeño.

Como reconocimiento a ese quehacer, el libro Ellas están donde deben estar…mujeres en la restauración compila la trayectoria de arquitectas, ingenieras, historiadoras, arqueólogas, técnicas, biólogas y diseñadoras que cuentan cómo ha aportado a sus carreras trabajar bajo la guía del maestro Eusebio Leal Spengler.

El texto, que será presentado en la Feria Internacional del Libro de La Habana, comparte la historia de 35 profesionales, que han dedicado sus esfuerzos a cumplir el encargo social de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, a través de la restauración de edificaciones emblemáticas en la capital.

Como parte de un proyecto sustentado en la perspectiva de género, el libro es fruto de una colaboración entre la OHCH, la ONG Kultura, Comunicación y Desarrollo (KCD ONGs) y la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo.

“Las protagonistas de la obra relatan sus vivencias desde las más diversas disciplinas, teniendo en cuenta que en la Oficina del Historiador asumimos la restauración como un proceso donde participan varias especialidades”, comenta Pablo Riaño San Marful, historiador y prologuista del libro.

El aporte de las mujeres trasciende la arquitectura y las ingenierías. Para promover la comprensión del patrimonio trabajan historiadoras, cuyos hallazgos muchas veces definen las características de la intervención a los inmuebles, siempre respetando los valores patrimoniales.

En la Subdirección de Diagnósticos laboran biólogas, ingenieras civiles y químicas, entre otras, encargadas de realizar los estudios de rigor, diagnosis, recomendaciones técnicas, levantamientos topográficos y arquitectónicos.

Mientras, el Taller de Diseño de la Empresa Filial Restaura, está integrado por profesionales del diseño que desarrollan disímiles proyectos, tanto de diseño industrial como de comunicación visual, en sitios como la Casa Eusebio Leal y el Palacio de la Revolución.

Según Riaño San Marful, prologar la obra fue, en el plano personal, un reconocimiento a sus colegas. Foto: Yilena Héctor Rodríguez/Cubadebate.

Según Riaño San Marful, prologar la obra fue, en el plano personal, un reconocimiento a sus colegas, mediante el cual intentó transmitir en pocas líneas el sentir de Leal al trabajar con estas mujeres. “Del libro emana también parte de la historia de la OHCH”, asegura.

El texto fue presentado por primera vez el 10 de septiembre de 2024, en el aniversario 82 del nacimiento de Eusebio Leal. “Esta es una primera edición. Más adelante esperamos hacer un segundo volumen donde participen más mujeres”, señala Riaño San Marful.

Antecedentes

Ellas están donde deben estar…mujeres en la restauración es el resultado de un proyecto de cooperación internacional con enfoque de género que data de 2011, cuando fuera presentada la exposición “Ellas restauran”, en la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, de La Habana Vieja.

Según un artículo de igual nombre, publicado en la revista Opus Habana, en aquel entonces se propuso un acercamiento a 14 obras de rehabilitación arquitectónica, que habían sido proyectadas por mujeres entre los años 1996 y 2010, y contaron con la colaboración de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).

Entre los proyectos presentados destacaban el Museo del Chocolate, el Hotel Marqués de Prado Ameno, el Museo de la Farmacia Habanera, la Casa Prat Puig, la Sala de Conciertos San Felipe Neri, la sede de la Compañía de Ballet Lizt Alfonso, el Museo del Naipe, la Casa de las Tejas Verdes, y otras instalaciones cuya rehabilitación fue reconocida en prestigiosos certámenes de arquitectura nacionales e internacionales.

Obras presentadas en la exposición Ellas restauran. Foto: Yilena Héctor Rodríguez/Cubadebate.

En las palabras de inauguración de aquella muestra, el historiador de la ciudad, Eusebio Leal diría: “se trata tan solo de una mirada -bien merecida- al papel que desempeña la mujer en la labor cotidiana que desarrolla la Oficina del Historiador, pues otras, en el anonimato, también restauran libros y documentos antiguos, fotografías y obras de arte (…)”.

Para valorar la labor de las mujeres desde una dimensión más profunda, la exposición se fue actualizando cada cierto tiempo, y se amplió para homenajear no solo a las que participaban directamente en la restauración, sino también a quienes se dedicaban a otras especialidades, como las inversionistas y las de dirección del patrimonio. De ese modo, se realizaron otras dos muestras: una en 2017 y otra en 2023.

En ellas quedó registrada la labor de las mujeres en la rehabilitación del teatro Martí, antiguo Irijoa, de 1884, que fue cerrado en 1977 debido a su deterioro y comenzó a restaurarse en el 2000 por un equipo dirigido por la ingeniera Marilyn Mederos. O el Capitolio Nacional, cuya restauración fue una de las inversiones de mayor relevancia realizada por la OHCH y tuvo al frente a la ingeniera Marisol Marrero.

Destacaron también la labor de la arquitecta Perla Rosales, quien encabezó entre 1998 y 2022 la rehabilitación del castillo de San Salvador de la Punta, construido entre 1589 y 1630; y de la arquitecta Norma Pérez-Trujillo, quien dirigió el grupo inversionista de Rehabilitación y Conservación Patrimonial, encargado de la restauración del Palacio de los Capitanes Generales, El Templete, el Convento de Santa Clara, entre otras instalaciones.

Ese mosaico de trayectorias profesionales y obras restauradas quedó para la historia a través de entrevistas inéditas y una breve síntesis curricular, en el libro Ellas están donde deben estar…mujeres en la restauración.

Ellas están donde deben estar...

Leal en la inauguración de la exposición Ellas restauran. Foto: Opus Habana.

En la inauguración de la exposición “Ellas restauran”, en 2011, Eusebio Leal expresó: “de forma natural, se ha puesto de manifiesto en nuestra institución el papel que juega la mujer en la sociedad cubana. A su cargo están las principales direcciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, y me complace aseverar -categóricamente- que fue por mérito propio y que a lo largo de estos años se ha fortalecido este concepto martiano: cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño, la obra es invencible”.

Con el libro se pretende homenajear la labor de quienes han sentado un precedente. Gracias a sus conocimientos, ellas salvan de la destrucción antiguos palacetes, rescatan muros, engalanan exteriores y ayudan a reparar almas.

En 2016, en entrevista concedida a la Mesa Redonda, el propio Leal afirmó: “son mujeres de méritos propios (…) que han demostrado una capacidad, una sobriedad, un sentido del deber extraordinario (…) Me enorgullece decir, no por ninguna consigna o ninguna orientación, sino por una convicción: ellas están donde deben estar”.

En video, proceso de restauración del Capitolio