Cuatro expeloteros resultaron electos para ingresar al Salón de la Fama de esta occidental ciudad, que desde 2017 acoge destacados de esta modalidad de todos los tiempos, se informó hoy.
En esta sexta exaltación el Grupo Elector escogió como jugador de antes de 1961 al jardinero Antonio “Haitiano” González, mientras de la etapa posterior a 1962 la selección recayó en el lanzador Rogelio García y el también patrullero de los jardines Armando Capiró.
El Comité de Veteranos, por su parte, eligió a Mariano Álvarez, jugador de cuadro tanto en las series nacionales como en la fuerte Liga de Pedro Betancourt con el central España.
Francisco Soriano, presidente de ese Comité, recordó la importancia que adquirió el béisbol desde mediados del siglo XIX en los territorios de La Habana y Matanzas.
Soriano destacó los aportes de este deporte a la lucha por la independencia ante el colonialismo español y ser exponente de muchos rasgos de la nacionalidad, razones para que fuera declarado este 2021 Patrimonio Cultural de la Nación.
Será el próximo 6 de febrero la ceremonia de incorporación de estos exatletas al citado salón, ubicado en el mítico estadio Palmar de Junco, en cuya grama el 27 de diciembre de 1874 se efectuó el considerado primer juego de béisbol oficial en Cuba.
Aquel domingo se enfrentaron en el terreno de la barriada de Pueblo Nuevo los equipos de La Habana y Matanzas, encuentro que concluyó 51 «corridas» por nueve, favorable a los visitantes, según reseñas de la época.
Fue el primer juego reportado por la prensa del siglo XIX, acompañado por «box score» u hoja de anotación, contó con árbitro y anotador, que hicieron cumplir las reglas de aquellos años y los equipos se presentaron debidamente uniformados ante una buena concurrencia de aficionados.
Especialistas destacan que jugaron por el Habana, Emilio Sabourín, patriota de la Guerra de Independencia, quien murió cuando estaba detenido en Ceuta, España; y Esteban Bellán, primer latino en jugar en el béisbol mayor estadounidense en 1871, con el Troy, de New York.
El Palmar de Junco en la actualidad está reconocido como el estadio en activo más añejo del mundo, ya que, tras ser sede de los equipos de Matanzas en los torneos nacionales, radica allí la Academia provincial de Béisbol.
Desde 1977, el cuartel general de los equipos matanceros, apodados «los Cocodrilos», subcampeones nacionales en la actualidad, es la instalación Victoria de Girón.