Desde el pasado 3 de mayo entraron en vigor en todo el país nuevas medidas para el ordenamiento de la comercialización de productos agrícolas, con el objetivo de proteger a la población, asegurar la estabilidad en los precios de compra a los productores agropecuarios, así como contribuir a la elevación de la capacidad de compra del peso cubano.
La Mesa Redonda se acercó en su emisión del pasado martes a lo que ha ocurrido en estos primeros días de implementación de estas medidas, y como cada jueves vuelve desde la redacción de Cubadebate a poner el tema sobre la mesa, esta vez a través de su Foro Debate.
Más que topar los precios
La Mesa Redonda de este martes abordó el impacto de las nuevas medidas en la comercialización agrícola.
Silvio Gutiérrez, Director de Agroindustria del Ministerio de Finanzas y Precios, reiteró que todas las medidas adoptadas y que continuarán implementándose responden al llamado que se hizo en la última sesión de la Asamblea Nacional, donde se plantea la necesidad de revisar un grupo de precios, que afectan sensiblemente a nuestra población.
En tal sentido explicó que para la regulación de esos precios se emitieron dos resoluciones, la 157 y la 162, las que a diferencia de años anteriores, tienen en cuenta como elemento novedoso la estacionalidad de cada cosecha, ya que el alimento no puede tener el mismo precio en un periodo del año que en otro.
Más adelante aclaró que esta medida se aplicó a todos los mercados menos, los de Oferta y Demanda y los mercados que sean arrendados por trabajadores por cuenta propia.
“La población se pregunta por qué no se extendió a todos los mercados y trabajadores por cuenta propia. El problema es que todavía no contamos con todos los recursos necesarios, no se puede acopiar todo lo que realmente la producción agrícola realiza para aplicarles esta medida a todos los esquemas de comercialización”, aseguró.
El directivo explicó que la resolución tiene en cuenta que ante la formación de estos nuevos precios no haya pérdidas, pues deben tener presente los costos para el productor como los gastos que se incurren durante la fase de comercialización.
El Director de Agroindustria del Ministerio de Finanzas y Precios agregó además, que otro elemento que posee la resolución es que fija un grupo de precios centralizados, pero los que no están centralizados tienen también una regulación.
“El melón, la zanahoria, el aguacate… esos productos no tienen un precio centralizado, pero tienen una regulación a partir de los márgenes de ganancia. Un comercializador que compre un quintal de zanahoria, el solamente puede incrementar hasta el 40%. Es decir, un 20% para el comercio mayorista y un 20% para el comercio minorista. En el ámbito de la comercialización, de las entidades que abarca esta resolución, están prácticamente regulados todos los precios, los que tienen precios centralizados, como los que no”, detalló.
¿Acopiar o no acopiar?
Nelson Concepción, director de la Unión de Empresas de Acopio en el país, hizo énfasis en que previo a estas decisiones, el Ministerio de la Agricultura desplegó un proceso de discusión con los productores, comercializadores y el sistema empresarial.
Por su parte Nelson Concepción de la Cruz, Director General Unión Nacional de Acopio del Ministerio de la Agricultura informó que su entidad está constituida por 12 empresas y 118 organizaciones empresariales de base (UEB), las cuales en lo que va de año han contratado el 49 por ciento de la producción declarada por los agricultores, un incremento de más del 20 por ciento con respecto a los primeros meses de 2015.
“Hemos vuelto a recontratar, en la búsqueda de sembrar, producir sin parar, para que el pueblo vea el beneficio del trabajo nuestro. Se crearon puntos de acopio y centros de acopio en la capital. Todo con el objetivo de que exista la permanencia del producto en el mercado”.
Concepción de la Cruz expuso durante el programa televisivo que para volver a armar la infraestructura de estos puntos de acopio, en el año 2016 se están ejecutando acciones inmediatas como reparación, mantenimiento, recuperación de los centros de acopio, las naves, los talleres y el transporte.
Habana, Artemisa y Mayabeque, ¿Entonces?
Sobre el esquema de comercialización establecido entre La Habana, Artemisa y Mayabeque, Julio Martínez Roque, delegado de la agricultura en La Habana, comentó que los precios solos no resuelven los problemas de los productos agropecuarios. “Los precios bajos ayudan, pero para lograrlo, nosotros debemos cumplir con lo que está establecido”.
Martínez Roque detalló que desde el mes de Octubre se confeccionó un programa para la siembra de cultivos que dieran respuesta lo más rápido posible a las demandas de la población en el primer trimestre o cuatrimestre del año 2016.
“Junto a todas las fuerzas productivas se ha realizado un proceso de contratación y recontratación que tiene como único objetivo sobrecumplir lo que ya teníamos comprometido para lograr un mayor abastecimiento. Mientras más se siembre, más se cosecha y más el estado puede comprar esas producciones para que el pueblo pueda ver el beneficio de todas las medidas que en estos días se están apreciando”.
Más adelante comunicó que La Habana, Artemisa y Mayabeque junto a la Unión Nacional de Acopio, han venido fortaleciendo el sistema de comercialización a partir de la reorganización de sus Unidades Empresariales de Base de comercialización que tienen estas tres provincias.
“Se ha buscado un sistema de vinculación entre esas empresas de Artemisa y Mayabeque con los Mercados Agropecuarios Estatales, trabajo que estamos implementando ya desde el mes de diciembre pasado sobre todo cuando los precios estaban muy altos y había una crítica de la población al respecto”.
En este sentido -aclaró- se crearon un grupo de centros de acopio en la capital junto a las cooperativas.
“Un sistema que es nuevo para la ciudad ya que antes las producciones iban en lo fundamental al consumo social, una parte al turismo y el resto de la producción se dirigía a la comercialización descentralizada directamente, dígase, los mercados y puntos de venta administradas por estas propias formas productivas.
A partir de la coyuntura del alza de los precios del campo en la capital, el delegado de la agricultura en La Habana dijo en la Mesa Redonda que desde el propio mes de diciembre a partir de las prerrogativas otorgadas por el Consejo de Administración Provincial ya se venían fijando precios en los mercados agropecuarios.
Luego informó que en la actualidad son administrados en la ciudad 532 mercados y puntos de ventas.
“Tenemos que decir que en sentido general se ha venido cumpliendo la política de precios”.
Sin embrago reconoció que hay que trabajar en la venta de productos en correspondencia con su calidad. “Sobre todo porque la diferenciación de precios por calidad es mucho más que el tamaño de un producto”.
“También debemos reconocer que han existido mercados que han amanecido cerrados en un momento determinado y estas situaciones las hemos discutido”.
Julio Martínez Roque, delegado de la agricultura en La Habana, dijo que entre las deudas pendientes se encuentran alcanzar niveles de siembra que respondan a las necesidades actuales, a partir del incremento de los rendimientos, el empleo eficiente de todas las áreas de siembra, el uso de todas las tecnologías y sobre a partir del incremento del nivel de contratación de Acopio para que el estado le dé a los alimentos el destino que realmente le corresponden.
¿Mercados Estatales o no estatales?
El delegado de la Agricultura en La Habana, Julio Martínez, insistió en que están trabajando para que este sea un proceso sostenible, y para que las personas confíen en el valor de las medidas y en el impacto favorable que tendrán.
Por su parte, Yosvany Pupo Otero, director de ventas minoristas del MINCIN esclareció sobre las diferentes formas y actores que intervienen en la comercialización de productos agrícolas en Cuba y las particularidades de la capital.
En este sentido, y amparados en el decreto 318, que regula el sistema de mercadeo entre La Habana, Artemisa y Mayabeque reiteró que los actores autorizados son las empresas y granjas estatales, las cooperativas de producción agropecuarias, las cooperativas de créditos y servicios, los agricultores pequeños, y también el vendedor minorista de productos agropecuarios.
Comentó que en el caso de La Habana existen varias modalidades de venta, que pueden ser los mercados agropecuarios con administración y gestión estatal regidos por la Empresa Provincial de Mercados, y las Empresas Provinciales de Comercio, Gastronomía y Servicios de las provincias de Artemisa y Mayabeque.
“También encontramos mercados que son administrados por las cooperativas no agropecuarias que subarriendan los espacios para la comercialización de alimentos, están además los mercados de oferta y demanda, los mercados arrendados a los trabajadores por cuenta propia y también las formas productivas; así como los puntos de ventas que tiene su propio personal, los vendedores minoristas, los carretilleros y los administrados por la EJT”.
Pupo Otero agregó que en el caso del resto de las provincias los mercados estatales son administrados directamente por las empresas de acopio y se acogen al sistema de rebajas de precios.
“En este momento una de los principales retos es identificar cada uno de estas formas de venta para que la población los reconozca y sepa distinguir entre los mercados estatales y los oferta y demanda”.
¡Ay, La Habana!
Luis Carlos Góngora, vicepresidente del Gobierno en la capital, aludió a que estas medidas aseguran el control del Estado sobre la comercialización, lo cual era imprescindible para evitar el comportamiento desproporcionado de algunos precios, por la actitud inescrupulosa de intermediarios entre el surco y la tarima.
En los últimos minutos de la Mesa tuvo la palabra Luis Carlos Góngora Domínguez, Vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial de La Habana.
El directivo aseguró que se está produciendo una retoma por parte del estado del control de la comercialización de los productos agropecuarios.
“Es una medida que está encaminada a abastecer a la capital de los productos principales por lo tanto se establece una regulación en 28 productos que son los principales para la alimentación de la población”
La red de mercados que han sido regulados en La Habana abarca unos 734 mercados y puntos de ventas, los cuales manejan el 70 % de la comercialización de los productos agropecuarios.
“Para asumir este nuevo escenario a partir de las rebajas, hemos tenido que preparar mejor a la empresa de mercados, incluyendo su capitalización. Sobre todo para evitar impagos y no deberle a los productores.”
Góngora Domínguez aseguró también que se trabaja en el mejoramiento de la base logística, y en conjunto con el Minagri y el Mitrans se estudia la demanda de transporte que garantice que el flujo del campo a la ciudad no sea interrumpido.
Entre tanto, y como parte de este proceso, se ha crecido en la cantidad de mercados estatales, ya que inicio de año solo existían 52, mientras que en este minuto se cuenta con 108 mercados estatales en La Habana, informó el funcionario.
“Podemos agregar además que hemos trabajado para tener trece productos diarios, sin incluir los granos en la red de mercados estatales. En los primeros 15 días del mes de mayo se ha comercializado más que en el mes de abril”.
Sobre el cierre temporal del Trigal explicó que no fue una decisión festinada, sino que fue causada porque se estaban produciendo manifestaciones de delitos e ilegalidades dentro y en el entorno del establecimiento.
“Nosotros consideramos de que a La Habana le hace falta el Trigal, le hace falta ese mercado mayorista complementario a todos estos mecanismos que se han estado explicando aquí, sin embargo había que perfeccionar su funcionamiento a partir de las recientes medidas adoptadas”
Al respecto concluyó que en su lugar se permitió que los camiones entren a la ciudad y vendan sus producciones directamente a los mercados.