La Habana, 29 ago (ACN) Cuba renovó su apoyo al Protocolo de Montreal, cuando el próximo 15 de septiembre llegue al aniversario 35 de su firma en esa ciudad de Canadá por su impacto en la cooperación global para proteger la vida en la tierra.
Cuando el tratado cumpla 35 años, recordaremos cómo puso fin a una de las mayores amenazas que jamás haya enfrentado la humanidad en su conjunto: el agotamiento de la capa de ozono, argumentó la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ).
Representantes de 46 países, entre ellos Cuba, lo firmaron el 16 de septiembre de 1987 y entonces descubrieron que los gases que la agotan, utilizados en los aerosoles y la refrigeración, estaban creando un agujero en el cielo, recordó la OTOZ, una de las instituciones de la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA).
Añadió que de esa manera se demostró que el multilateralismo y la cooperación global efectiva funcionaron y eliminaron gradualmente tales emanaciones, por lo que la humanidad comenzó a reaccionar contra la radiación ultravioleta del Sol que protege esa especie de escudo del planeta.
Calificó de impactante su efecto sobre el cambio climático y la necesidad de actuar en colaboración, forjar asociaciones y desarrollar la cooperación global para abordar los desafíos climáticos y proteger la vida en la tierra para las generaciones futuras.
Desde entonces, continuó, esas acciones han protegido a millones de personas contra el cáncer de piel y las cataratas.
Además, permitieron que ecosistemas vitales sobrevivieran y prosperaran, pues si los productos químicos que la debilitan no se hubieran prohibido, estaríamos ante un aumento de la temperatura global de 2,5 °C adicionales para finales de este siglo, que hubiera sido una catástrofe.
Este año la OTOZ arriba a su aniversario 27 con la implementación de un programa de acciones relacionadas con talleres, seminarios, conferencias, inventarios de equipos de climatización y refrigeración, y sus cursos de buenas prácticas, al igual que reconversión de equipos de ese tipo.
Cada una de ellas está encaminada a promover el conocimiento acerca del impacto negativo de las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO), particularmente en la salud humana.
Los elementos incluidos en tal acuerdo internacional están agrupados en anexos y grupos, sujetos a proyecciones y eliminación, entre ellos clorofluorocarbonos; halones; tetracloruro de carbono; metilcloroformo; e hidrobromofluorocarbonos.