El Centro de Desarrollo de la Montaña (CDM), la única institución certificada como centro de investigación en Guantánamo, celebró sus 31 años de compromiso con el medio ambiente y el desarrollo sostenible en la provincia.
En la celebración de la fecha, en el Salón de Protocolo de la Plaza Mariana Grajales, el máster en ciencias Amauri Díaz Rodríguez, director del CDM, destacó que arriban a este cumpleaños luego de un 2024 de importantes lauros, entre estos, la bandera por el 85 aniversario de la Central de Trabajadores de Cuba, la distinción de Vanguardia Nacional y el reconocimiento de la Agencia de Medioambiente y el Ministerio de Ciencias Tecnología y Medio Ambiente, CITMA.
Recordó los inicios, durante el Período Especial en Cuba, en diciembre de 1991, en Matasón, El Salvador, con pequeños laboratorios y un equipo inicial de 40 personas, mientras se construía su sede actual en Limonar de Monte Ruz, municipio de El Salvador, donde el Centro creció hasta contar con 120 miembros, provenientes de diversas provincias en esa época.
El 3 de febrero de 1994 se inauguró oficialmente el CDM, con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz y la Doctora en Ciencias Rosa Elena Simeón Negrín, entonces ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, momento en el cual se definieron las principales líneas que se debían trabajar, refirió.
Entre esas prioridades estuvieron el fomento de la reforestación, perfeccionar tecnologías para cultivos económicos como café y cacao, intensificar la producción de alimentos mediante la biotecnología y crear sistemas que integren alimentos para animales con pastos adecuados, metas que permanecen vigentes.
Díaz Rodríguez significó que los primeros pasos investigativos del CDM estuvieron ligados a colaboraciones con el Instituto Nacional de Viandas Tropicales (INIVIT) para desarrollar biotecnología en cultivos comerciales, su trabajo comenzó con la malanga santosoma vieguera y se expandió a viandas tropicales como el ñame y el plátano.
Además, se involucraron en la creación de un banco de germoplasma que identificó más de 100 especies de orquídeas, son pioneros en investigaciones sobre el veneno de escorpión y establecieron uno de los primeros centros genéticos para la producción de abeja reina en Cuba.
De manera más territorial los proyectos agroecológicos también lograron avances significativos en la producción de bioinsumos, como el compost, biofertilizantes y lombricultura, así como también en prácticas ecológicas para conservar el suelo.
Subrayó que esos resultados se suman a los más de 200 proyectos científicos implementados en el Centro, los cuaes abarcan el manejo agroecológico de los cultivos de coco, la nutrición y salud animal, la apicultura, escorpiofauna, biodiversidad, productos bioactivos, producción de alimentos y agroecología, entre otros, enfocados en elevar la calidad de vida de la población.
El CDM no solo es una institución científica, sino que también está profundamente arraigado en la comunidad que lo rodea, en estrecha colaboración con las Ciencias Sociales para establecer un vínculo sólido con los campesinos y sus familias.
Actualmente la entidad sentó las bases para la creación de su producto Curmix, un innovador suplemento dietético con propiedades antioxidantes de la cúrcuma y el jengibre, y promueve mediante nuevos proyectos la agrobiodiversidad y la resiliencia en comunidades rurales afectadas por desastres naturales, como el huracán Oscar.
El directivo mencionó algunos retos a los cuales se enfrenta el CDM, con una plantilla actual de 50 trabajadores, y la necesidad urgente de colaboración con otras instituciones del CITMA y universidades para desarrollar una biofábrica en Guantánamo, única provincia del país que aún carece de una.
También enfrenta desde hace siete meses la paralización de sus laboratorios de microbiología, física química, biotecnología y ecología, debido a una descarga eléctrica que destruyó su banco de transformadores, lo que se suma el desafío constante de atraer personal joven ante el aumento gradual de jubilaciones dentro de la institución.
Pese a los obstáculos, el Centro sigue como referente científico en el Alto Oriente Cubano, como señaló Jesús Martín, delegado territorial del CITMA, sobre el CDM, el cual representa una conquista de la Revolución, forma a su propio personal científico y educa sobre los ecosistemas que fueron descuidados antes de 1959 y brinda así apoyo a las comunidades que los habitan.