Frío en Cuba

Recientemente, a raíz de una madrugada muy fría en Cuba (como la de hoy), aparecía en las redes la pregunta de: ¿por qué las temperaturas más bajas del país no se registran en nuestras zonas montañosas? (al menos en aquellas que tienen estaciones meteorológicas).

En Cuba tenemos tres estaciones que se pueden considerar “montañosas”: Topes de Collantes (767 m), Pinares de Mayarí (646 m) y Gran Piedra (1128 m), en Sancti Spiritus, Holguín y Santiago de Cuba, respectivamente. Ninguna de ellas está en la región occidental, aunque veremos más adelante  que el “frío” en Cuba no es exclusivo del occidente.

Primero hay dos términos que a veces aparecen como sinónimos y son bien diferentes: tiempo y clima. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM):

  • Tiempo: Estado de la atmósfera en un instante dado, definido por los diversos elementos meteorológicos. En inglés weather.
  • Clima: Se suele definir en sentido restringido como el estado promedio del tiempo y, más rigurosamente, como una descripción estadística del tiempo atmosférico en términos de los valores medios y de la variabilidad de las magnitudes correspondientes durante períodos que pueden abarcar desde meses hasta millares o millones de años. El período de promedio habitual es de 30 años, según la definición de la Organización Meteorológica Mundial. Las magnitudes son casi siempre variables de superficie (por ejemplo, temperatura, precipitación o viento). En un sentido más amplio, el clima es el estado del sistema climático en términos tanto clásicos como estadísticos. En inglés climate.

Por eso es incorrecto decir: “no se pudo realizar el concierto por la inclemencias del clima” o “si las condiciones climatológicas lo permiten se realizará tal evento”.

Esta diferencia, en este caso, es más necesaria aclararla, porque el comportamiento medio de las temperaturas en un lugar, responde a factores climáticos, pero la temperatura mínima en un día determinado, responde a factores y variables meteorológicas. Hay que recordar también que la temperatura mínima es el valor más bajo medido en un instante de tiempo, que se puede alcanzar solo unos segundos.

El término “popular” de microclima, en la expresión: “en ese lugar hay un microclima”, es la manifestación de esas condiciones climáticas, en un entorno muy reducido. Vamos a ilustrarlo con valores, por ejemplo las temperaturas mínimas y máximas medias durante el 2020.

Todos los datos utilizados son tomados de la sección de medio ambiente del Anuario Estadístico de la ONEI (Oficina Nacional de Estadística e Información) en su versión de 2021. Es decir que los datos medios corresponden al 2020, esto no es lo más exacto desde el punto de vista climático, pues es un periodo muy corto para establecer esas condiciones como las climáticas o típicas del lugar, pero sirve como ejemplo para demostrar la diferencia de comportamiento entre las diferentes localidades.

Como verán, las tres localidades de montaña (en azul) como promedio registraron temperaturas mínimas en 2020 más bajas que cuatro de las estaciones “más frías” del país, cuyos nombres serían de los primeros que vienen a la mente en ese aspecto.

Este comportamiento está relacionado con la altura a la que se encuentran, ya que la temperatura disminuye según ascendemos en la tropósfera (capa de la atmosfera donde ocurren los procesos meteorológicos).

Pero ¿cuáles son los procesos que intervienen en que se registre la temperatura mínima? (en cualquier lugar).

Durante la noche la superficie terrestre, que fue calentada durante el día por el Sol comienza a perder ese calor rápidamente, por irradiación, transmitiéndolo al aire. Si la noche está nublada, las nubes reducen esa pérdida, pues evitan que ese calor escape, el suelo se enfría de igual forma, pero ese “calor” queda retenido. Es por eso que uno de los factores para esas noches muy frías es el cielo despejado o muy poca nubosidad, que hace que se produzca enfriamiento de la capa de aire más cercana a la superficie, ya que el calor escapa hacia las capas más alejadas del suelo. Otro elemento importante para que este enfriamiento sea notable es que el aire esté “estático”, es decir que no se mezcle con otras porciones que tienen diferente temperatura, tanto de los alrededores como encima.

Como una analogía para explicar lo anterior tenemos que si usted saca del congelador un recipiente con hielo y lo deja en reposo, este se derretirá, pero mucho más lento que si lo coloca delante de un ventilador. El recipiente va a enfriar una porción del aire relativamente más caliente a su alrededor, llevando su temperatura a un valor inferior a la temperatura ambiente del lugar. El ventilador va constantemente a remover ese aire e impedir que se enfríe, mezclándolo con el ambiente y por tanto la temperatura alrededor del recipiente será mayor, es decir no disminuirá tanto.

Ese efecto “de ventilador” en la atmósfera lo producen los vientos, que favorecen el mezclamiento de esa capa más fría muy cercana al suelo con el aire de los alrededores, haciendo que el enfriamiento sea menor. De ahí que las noches con vientos en calma, sea la combinación perfecta con la poca nubosidad, para una noche muy fría, bajo la influencia de una masa de aire con temperaturas bajas. Esto es lo que ocurre en el interior del país, en zonas “bajas”. Aquí aprovecho para decirles que curiosamente algunas de estas estaciones de la Llanura Habana-Matanzas no están precisamente al nivel del mar, por ejemplo, Tapaste está a una altura de 120 metros sobre el nivel del mar.

Pero… ¿Este proceso también no ocurre en las zonas montañosas? pues sí, pero con sus diferencias. En las zonas montañosas el aire circundante tiene temperaturas inferiores a las zonas más bajas. Volviendo a la analogía del recipiente congelado, es como si la habitación fuera más fresca, esto va a favor de que la temperatura en el lugar sea inferior. Pero ese proceso de enfriamiento por irradiación tiene sus modificaciones, a esa altura, por el alto contenido de humedad es más difícil que se presente el cielo despejado, porque incluso sin la presencia de nubes, la probabilidad de formación de niebla es muy alta. Además, cuando se trata de nubes bajas, usted en vez de “tener la nube a cientos de metros encima”, está “dentro de ella”, es decir directamente sobre el suelo.

En cuanto al viento, pues a esa altura es menos probable que este permanezca en calma por un periodo largo, lo suficiente, para que esa capa cercana al suelo sea enfriada por la superficie y no se mezcle. Las temperaturas se miden a 2 metros de altura sobre el terreno

¿Qué debe ocurrir entonces para que haya una noche muy fría en la montaña? Pues la influencia de una masa de aire extremadamente fría. Por ejemplo, la madrugada del 11 de enero de 2010, cuando la estación de Gran Piedra registró el récord actual de temperatura mínima de 3.2 ºC, fue bajo los efectos de una masa de aire polar, con vientos del norte. Tanto fue así que luego de valores muy bajos,  que estuvieron por debajo de 10 ºC en 18 estaciones (26% del total), la temperatura máxima ese día en Casa Blanca (La Habana) fue de solo 15.7 ºC!!!! y la mínima, si quiere saberla, fue de 11.5 ºC. Curiosamente esa noche-madrugada, donde los valores más bajos, detrás de Gran Piedra, fueron de 4.8 ºC en Aguada de Pasajeros y 4.9 ºC en Colón, las temperaturas ni en Bainoa ni en Tapaste bajaron los 10 ºC, a causa de los nublados y los vientos.

En otros lugares del mundo, por la mayor altura de sus elevaciones, la continentalidad (recordar que Cuba es un archipiélago rodeado de agua cálida) y la latitud (cercanía a los polos) se favorece un clima mucho más frío (aquí clima no está en negritas por gusto) que hace posibles hasta nevadas.

Para cerrar quería compartir algunas curiosidades con respecto a las temperaturas mínimas en Cuba, aunque los valores “notablemente fríos” llaman mucho la atención por lo “raro” que son en Cuba, en medio del trópico…pues no lo son.

Históricamente, de las 68 estaciones con que actualmente cuenta el país, en solo seis no se han reportado temperaturas mínimas inferiores a 10 grados Celsius, ellas son:

  • Varadero, Matanzas (1997) con 11.2
  • Cayo Coco, Ciego de Ávila (1990) con 11.2
  • Cabo Lucrecia, Holguín  (1952) con 11.5
  • Cabo Cruz, Granma (1948) con 12.5
  • Guantánamo[ciudad] (1969) con 10.5
  • Jamal, Guantánamo (1993) con 10.0

Entre paréntesis el año de fundación de cada una, todas son estaciones costeras o con influencia marina cercana.

Tan o más interesante es que en 30 de ellas (44% del total) los termómetros han bajado de 5 ºC alguna vez, siendo la más oriental Gran Piedra en Santiago de Cuba, por su altura. Solo las provincias de Las Tunas, Holguín, Granma, Guantánamo y el municipio especial Isla de la Juventud no tienen valores inferiores a esa cifra.

En el “selecto club” de estaciones con mínimas inferiores a los 2 ºC hay siete localidades, siendo la estación de Ciego de Ávila la más “oriental” de ellas.