La Habana, Cuba. – La Directiva Presidencial sobre la normalización de relaciones con Cuba es un texto de la administración Obama cargado de ambivalencia, pues mientras reconoce nuestra soberanía, insiste en mantener los planes de cambio del ordenamiento político-social cubano.
En la Mesa Redonda, los periodistas Rosa Mirian Elizarde, Reinaldo Taladrid y Randy Alonso, acompañados por el académico Jesús Arboleya, analizaron ese documento y las medidas anunciadas el pasado día 14 de octubre por la Casa Blanca.
Coincidieron en que esa Directiva es un ejemplo del llamado Smart Pauer o Poder Inteligente, que no renuncia al uso de la fuerza, pero de manera racional, cuando haya fracasado la influencia por vías diplomática, económica o cultural.
Los panelistas reconocieron no obstante que Obama ha hecho hacia Cuba lo que nadie se había atrevido, aunque por supuesto con la intención de satisfacer los intereses de Estados Unidos.
Quién se beneficia
En la Mesa Redonda se señaló que el quinto paquete de medidas hacia Cuba recién anunciado por la administración Obama es un gesto en la dirección correcta, pero beneficia más a Estados Unidos que a nuestro país.
Los panelistas refirieron que esas decisiones buscan quitar algunos ladrillos al muro, pero son muy limitadas y el bloqueo sigue tan vigente como el primer día, a pesar de que el presidente norteamericano ha pedido al Congreso que lo elimine.
Por teléfono intervino en la Mesa Redonda, el académico Nelson Valdés, profesor jubilado en la Universidad de Nuevo México, quien destacó que Obama trata de hacer irreversible la política hacia Cuba.
Lo cierto es que aunque la Directiva Presidencial no garantiza esa irreversibilidad, es un paso importante en la tendencia hacia la continuidad que permite prepararnos de cara al futuro, cualquiera que sea el próximo presidente de Estados Unidos.
